Ha llegado el tiempo de una resistencia minúscula, tiempo de reconocer el valor en lo ínfimo, de salvamento a través del detalle, es el momento de una reflexión que irrumpa en medio de nuestra totalidad quebrada, escribe Daniel Bensaid para referirse a un mundo atravesado por el terror. Y quién mejor que Walter Benjamin para responder por tanta barbarie: exigencia última de recuperar un pensamiento de lo minúsculo, de resistencia minúscula que en cada acción, por menor e imperceptible, sea capaz de iluminar instantes mesiánicos alternativos.